Hay momentos en los que lo único que cruza por nuestra mente es desaparecer, que nadie pueda encontrarnos, ni ver lo que realmente sentimos. Si tan solo encontraramos una persona que nos reconfortase de la manera que lo necesitamos, una persona que pueda dejarnos en silencio, una persona que nos haga ver que cada argumento que tenemos justificando inconscientemente porque no queremos ser felices esta mal... Parte de lo que haría a esa persona importante es el hecho de tener quien nos confronte y sentirnos tan identificados como para no querer negarnos a lo que nos dice. Siempre y cuando esta persona nos ayude a ser mejores personas, claro esta.
Por el momento no ha llegado, pero la espera continua! De todos modos tenemos que entendernos a nosotros mismos antes de entender a los demás.
Entender que nuestra felicidad no tiene que depender de una persona, sino de todo lo que hemos logrado con nuestro propio merito. Que el hecho de estar con alguien no nos asegura estar acompañados.
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